28 abr. Incendios y coronavirus, el cocktail más temido
No, no es que quiera ser pájaro de mal agüero, o que me apetezca jugar a la ley de Murphy. Desde hace más de una semana, ya leido tres o cuatro artículos de prensa seria, planteando los problemas que podrían surgir si, este verano, vuelve a haber grandes incendios en los bosques del Oeste Americano y Canadá. Posiblemente ligado al cambio climático, los incendios de los últimos veranos han sido frecuentes y de unas dimensiones gigantescas. Supongo que todos lo habéis podido leer a la prensa, o lo habéis vivido en algún viaje que haya coincidido con los incendios.
Los problemas de volver a tener grandes fuegos este verano, además de quemar miles de hectáreas de bosques, serían dos. El primero, la necesidad de hacer venir bomberos y voluntarios desde otros lugares. El tamaño de los incendios siempre obliga a bomberos y voluntarios de diferentes partes del país a desplazarse para ayudar a los locales a apagar el fuego. El segundo, evacuar y reinstalar miles de personas desde sus casas hacia campamentos o zonas seguras donde pasar uno o más días.
¿Porqué esto que ya pasa cada vez que hay un gran fuego son ahora unos problemas extras? Porque, si lo recordáis, nuestro amigo coronavirus seguirá por los alrededores… El traslado de gente, los viajes de un lado para otro, la necesidad de evacuar a la gente… todo ello, no son nada más que circunstancias en las que la movilidad y el contacto social se acentúan. Justo lo contrario de lo que necesitamos hacer para parar la pandemia.
No seamos pájaros de mal agüero, y roguemos que Murphy no haga de las suyas. Os dejo con uno de los artículos que creo que os ayudará a entender el que os explico.
+ Info: nationalparkstraveler.org